lunes, 23 de junio de 2008

Que terrible es sentir el frio detrás de las orejas,
el frio que cala los huesos en profundidad,
uniendo mis rodillas a mi columna vertebral,
haciendo que de mis ojos broten lentas amarguras que de seguro se llevará el viento,
en mi costado izquierdo respira inerte un sujeto de manos rotas,
de manos que escapan y corren lento (mas lento que yo),
que terrible es sentir el frio detrás de las orejas,
sin querer he vuelto a escuchar el silencio, bendito y rutinario silencio que devora entrañas
las convierte en humo
y rechaza al viento por no querer llevarle consigo,
a mi costado derecho alguien muere,
alguien respira por última vez el aire catastrófico de los dias que consumen lento el calendario de las penas rotas,
de las almas torcidas.
y algo más,
desatan su furia por las mañanas las golondrinas que habitan en mi cráneo,
que terrible es sentir el frio detrás de las orejas,
como si fuertes vientos quisieran arrebatarlas de mi por completo,
como si una boca se entreabriera celosa y mordiendo,
arrancandome la vida en un flashback de terribles emociones subterraneas,
cargandome de mil aguas sabor amargo y de colores inexistentes,
el frio es terrible,
mis manos se ahogan,
se expulsan a si mismas
y se buscan entre las manos pasajeras que trae consigo la noche,
la de ayer,
la que soñé al dormir soñando,
se buscan entre palabras que deliran, que caen y se manifiestan en profundos letargos,
en las risas inconclusas,
entre los rios que corren por mis venas buscando donde estancarse,
que terrible es sentir el frio detrás de las orejas.




"Ya no sufro, no me agito"


jueves, 19 de junio de 2008

Noche


La noche me deja palpitos inconclusos,

carcajadas marcadas de ironías en la avenida principal,

en la primera cuadra de mi barrio,

entre el frío y la desesperación,

la noche me regala amores incompletos como si fueran objetos

si,

objetos a los cuales despreciar,

odio y amo la noche,

amo la noche porque me cubre con su manto fúnebre y me hace olvidar, enterrar alguna penuria pasajera,

odio la noche porque me dá por beber,

beber y querer borrar aquello que con recato he sabido guardar en el fondo de mi alma,

en el fondo de mis ganas,

en el placer final de morir en tu voz,

de ahogarme en tus brazos,

la noche me regala pájaros heridos,

pájaros de fuego,

se transforman y crean nuevas formas,

en el aire hay un aroma imperceptible para ustedes

y ante mis ojos

ante mis ojos todo se vuelve color violeta,

como las aves que habitan en mi cráneo,

como el hielo que cae de mis manos a esta hora,

con la ventana abierta y un cigarrillo consumiendose en mi boca,

consumiendose junto al humo de mis ideas...


La noche me regala tantos ejemplos, tantas ideas, no quiero que amanesca otra vez.





(nocte erat, luna in caelo fulgabat)

jueves, 5 de junio de 2008

A ustedes


Si a ustedes,

a ustedes les regalo este teatro sangrante del dolor,

los ojos podridos que caen en las avenidas principales,

les dedico los roces del alma que carcomen los pies,

a ustedes.

Si a ustedes les regalo estos trozos vivos de las penurias que atosigan el cráneo,

les dedico los rumores de la tumba,

los cuerpos vivos

las armas cortopunzantes y los cepillos de dientes desgastados,

les reclamo caramelos de limón,

les recomiendo ver películas de horror,

a ustedes,

a ustedes les entrego la vida misma,

el alcohol

el ácido

los hongos y los ojos de ellos, los mios y los tuyos,

regalo mi mal, mi bien y mi más o menos,

les dedico las sombras,

el sol

y los cigarrillos que se consumen en mi boca,

boca roja,

boca rota,

te regalo un discurso deforme y sangrante,

para esperar,

para opacar,

te regalo los fluídos de mis oídos para que los reprimas,

para que ya no duela,

y la feca que se pudre entre los dientes,

la desesperación

los gritos infernales de la noche (a medianoche)

y media luz,

a ustedes les regalo un trozo de mi,

un pedacito de carne viva,

y las ganas de morir en el intento,

a ustedes,

si,

la rutina sucia rutina, sagrada y aburrida,

les dedico los puñales de "Dios",

las balas de mis amigos,

los botellazos en la cabeza

y el amor que no existe,

les regalo un árbol, una semilla y un poco de agua

riegue su árbol, hagalo vivir,

yo por mi parte me regalo a usted,

si a usted que lee

y que de seguro no comprenderá tantas weas conchasumadres que escribo,

les dedico la depresión, pero no la represión,

yo les regalo un poco de libertad,

una línea blanca

y un suspiro de tanto recordar

le regalo también una frase de Lemebel : "Rico, rico, como le dijo el culo al pico",

les dedico las ansías y mis uñas mordidas,

les regalo mi mala racha,

mis trabajos esporadícos,

y las palabras en volá de aluciná,

les regalo el placer envuelto en un caja negra.



Y el adiós con tu cuerpo...