miércoles, 23 de julio de 2008

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Volver a observar la belleza simple,

las cosas sencillas...


Me cubrí los ojos de un negro tormentoso,

de sangre coagulada y restos de cenizas de algún muerto,

me los cubrí para no tener que observar este escenario deforme, terrible y sangrante,

para mirar simplemente dentro de mi,

como si viviera en una burbuja, pero sé que esa no es la forma, ¿porqué evadir los estados que provocan ciertas cosas?

acaso, ¿No es mejor vivir?

¿no es mejor intentarlo?

¿gritar?

¿saltar?

todo puede ser un poco mejor, depende de la perspectiva de cada cuál,

depende del punto en el que nos enfoquemos como individuos pensantes, racionales, aunque lo sé, de vez en cuándo nos comportamos como "animalitos", como pobres animales hambrientos de los mas diversos placeres de la vida y en esos momentos es cuando se nos olvida "pensar y luego actuar"...

Me ha pasado, he actuado sin pensar, pero al día siguiente siento un gran peso en el alma, lo sé, quizás exagero un poco, pero duele saber que uno hace las cosas pensando en que "es lo mejor", pensado que "vale la pena", lo que más duele no es el hecho de actuar en sí, si no el hecho de no pensar las cosas dos veces, quisiera haberme craneado en diversos momentos en donde me sentí entre la espada y la pared (nunca me han obligado a nada), pero simplemente hay momentos donde no pensamos y sólo vivimos , la locura y uno que otro dejo de amargura que después será escondida bajo 7 llaves en el baúl de nuestros remotos recuerdos...

No me arrepiento de nada de lo que he hecho en mi vida.

Tengo un nudo en la garganta y mi cabeza me dicta mil ideas, no sé si todo lo que aquí estoy escribiendo venga al caso, sólo sé que es lo que está pasando por mi cabeza ahora y me está pidiendo a gritos salir,

ojalá no pienses que estoy angustiada o pasandolo mal, simplemente me gusta expresarme, incluso regarte un trocito de mi cada vez que puedo, he aprendido que la vida es demasiado corta, hoy le dije a un amigo: " Me queda poco tiempo de vida", no es que tenga una enfermedad ni nada por el estilo, sólo que siento que me faltan muchas cosas por hacer, tengo recién 20 años (casi) y ya siento que no he logrado lo suficiente en mi vida, me he puesto metas quizás, pero me faltan algunas por cumplir.

Creo que comenzaré a ser mas simple, me pasa que soy demasiado compleja, trataré de no cranearme tanto las cosas, para simplemente vivir, disfrutar de las cosas simples, que sé yo, una buena película, el cielo y sus nubes, observar los pasos de la gente en pleno centro de Santiago, disfrutra una canción eterna y tantas cosas cotidianas que coforman este escenario que es doloroso, intenso, pero que también nos regala momentos de felicidad tremendos.




Voy a disfrutar y dejar de simular esta absurda tragedia.




martes, 15 de julio de 2008

CoraZón desilucionado


Como todo corazón desilucionado (diría una canción)

escondí mis zapatitos de charol,

los cigarrillos manchados de rojo,

escondí las medias rasgadas en una noche tibia,

como todo corazón desilucionado caí al dolor,

al vértigo extremo y terrible que producen los movimientos a oscuras,

recogí de mi jardín las flores marchitas,

barrí los pétalos claros de los pistilos vivos en verde y alegría,

mi corazón desilucionado se mojó,

cayó a un río de sangre impertinente y deprimente,

bajo el cielo que cae a pedazos se suicidan mis árboles color violeta

y los pájaros de la avenida producen un sonido que suena como canto gregoriano,

más allá se escucha un tema ochentero que hace mis pies mover,

que convierte mis ansias en una frenetica marcha por beberme la noche sin importar nada,

un sonido del terror (en el buen sentido de la palabra),

por la calle observo todo con mi corazón desilucionado,

me creo mariposa de color,

pájaro en tu cráneo,

cosquilleo en tu vientre,

soy de esas que sólo quieren reír y gritar a los cuatro vientos que han tragado vidrios molidos para volver a sangrar,

para volver a llorar

y para violar una conciencia aplastada en el suelo,

es que no comprendo en que momento mi corazón cayó al vacio

y dejó de latir de manera inapropiada,

ahora,

ahora por las noches siento una puñalada que me retuerce,

que no sabe seducir,

y que más decir?

que más?

que más?

que más?

Visto de harapos convertidos en nudos inexpugnables,

tengo mil ideas que no quieren condensarse

y mi corazón desilucionado cae al caer, creyendo soñar un sueño

yo soy parte de este circo

de este espectaculo

de este show gore

de esta ensalada de tripas humanas que de vez en cuando te regalan una copita de vodka

unos sorbos de decadencia y un respiro en paz.


Los zapatos de charol están escondidos en mis pies, mis pies friolentos y yo, yo sigo ocultandolos.



viernes, 11 de julio de 2008

no sé


Cuatro tazas de café,

diez cigarrillos consumidos por inercia,

cuarenta días, cincuenta mil noches...


Podría contar en números pares todo lo que trae consigo la noche,

la noche que amotina los recuerdos,

y en la oscuridad de estas cuatro paredes clamo al viento una última suplica,

si,

con un dejo de rencor entre mis lineas,

con una lágrima amarga a punto de brotar por mis ojos,

aveces caen sin darme cuenta,

caen porque se creen rios y me emputece esa sensación,

porque es maldita, porque ya no queda nada,

soy feliz en partes desiguales,

porque amo la noche, las tazitas de café y los cigarrillos mentolados, largos (bien putos)

y amo mi lápiz labial rojo,

pero más amo verlo impregnarse en una boca desconocida,

jugando a ser feliz,

jugando quizás a volar por unos minutos y hundirse en un vértigo que retrasa esta manera que tengo de sufrir...



Amo el café

los cigarrillos

mi pelo sano

el delineado de mis ojos

mis manos partidas

mi boca roja, aveces rota

mis uñas carcomidas

mis pantymedias con heridas

las cucharas manchadas con café

el dolor en decadencia

las casas con paredes blancas

el pan tostado con mantequilla

la sonrisa de los extraños

las manos frias

el letargo del invierno

el oscuro mediodia (libro)

las canciones que hablan de cosas bizarras

lo bizarro en si

los murales

los cuadros que caen en mi pared

mi cama sin hacer

mi pijama

mi encendedor amarillo

mis ganas de odiarte

el cielo negro

las estrellas que poco se ven

los zapatos rojos

los tacones ruidosos

las narices de ellos, la mia y la tuya

las uñas de los pies pintadas de rojo

mis piernas

mis ojos

el gusto

el tacto

el fuego

y algo más....