viernes, 11 de julio de 2008

no sé


Cuatro tazas de café,

diez cigarrillos consumidos por inercia,

cuarenta días, cincuenta mil noches...


Podría contar en números pares todo lo que trae consigo la noche,

la noche que amotina los recuerdos,

y en la oscuridad de estas cuatro paredes clamo al viento una última suplica,

si,

con un dejo de rencor entre mis lineas,

con una lágrima amarga a punto de brotar por mis ojos,

aveces caen sin darme cuenta,

caen porque se creen rios y me emputece esa sensación,

porque es maldita, porque ya no queda nada,

soy feliz en partes desiguales,

porque amo la noche, las tazitas de café y los cigarrillos mentolados, largos (bien putos)

y amo mi lápiz labial rojo,

pero más amo verlo impregnarse en una boca desconocida,

jugando a ser feliz,

jugando quizás a volar por unos minutos y hundirse en un vértigo que retrasa esta manera que tengo de sufrir...



Amo el café

los cigarrillos

mi pelo sano

el delineado de mis ojos

mis manos partidas

mi boca roja, aveces rota

mis uñas carcomidas

mis pantymedias con heridas

las cucharas manchadas con café

el dolor en decadencia

las casas con paredes blancas

el pan tostado con mantequilla

la sonrisa de los extraños

las manos frias

el letargo del invierno

el oscuro mediodia (libro)

las canciones que hablan de cosas bizarras

lo bizarro en si

los murales

los cuadros que caen en mi pared

mi cama sin hacer

mi pijama

mi encendedor amarillo

mis ganas de odiarte

el cielo negro

las estrellas que poco se ven

los zapatos rojos

los tacones ruidosos

las narices de ellos, la mia y la tuya

las uñas de los pies pintadas de rojo

mis piernas

mis ojos

el gusto

el tacto

el fuego

y algo más....