He sentido la miseria corrompiendo mi alma,

dejos de suplicas y respiros borrados en mi pecho,

duele,

cuesta,

se me hace eterno retratar en mi lienzo imaginario el dolor que provoca la rabia de sentirse deshecho,

la rabia de sentirse como un objeto,

objeto,

si, objeto que destroza el temporal de tu carne envuelta en la mia,

he sentido la miseria corrompiendo mis entrañas virgenes

y de tanto andar he perdido mi sabia de árbol verde,

guardo el dolor en cajitas de música olvidadas,

en medio de los autos estacionados a la deriva de la sombra de árboles secos en plena primavera,

es que aún me cuesta,

y sé que miserable no soy,

pero es dificil creerlo cuando miras por la ventan y ves que todo se apaga, todo se condensa con el paso del tiempo,

Hoy, no sé bien lo digo,

mañana será otro día.

Tampoco siento ansias de volver a recuperar lo que ya se ha ido, más bien sé que estoy echa de recuerdos, lindos recuerdos y otros un tanto tormentosos, y como siempre lo he dicho, creo que es parte del horror que nos muestra el show de la vida misma, sin preguntas, sin respuestas, y de vez en cuando en silencios eternos que nos carcomen, pero que sirven para seguir viviendo.

Mis palabras no se las llevará el viento.