La otra noche pensaba... ¿Cuánto más?
Cuánto más debe soportar este cuerpo,
Cuantos cambios más tendrán que ocurrir,
Cuanta sangre ajena deberá recorrer mi cuerpo esta vez.

Miro por la ventana, en el patio están los vecinos, tienden sus ropas al sol, mientras yo tiendo mis ideas, mientras mis pensamientos se condensan y me cuestiono ¿hasta dónde llega la rabia? ¿Hasta cuando hemos de aguantar?
Y entonces vuelvo al encierro de mi mente,
Porque no es solo el encierro o el aislamiento social fisico, es también el encierro de mi mente que hace un año no sale a volar.

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