martes, 18 de noviembre de 2008


Con que dulce temor se pasea temblorosa aquella mano en mi cabello,

me regala ocasos color violeta,

retazos de penas

una lágrima y un ir y venir de estados impúdicos

que llegan a mi conciencia como marcandome el paso para siempre,

con dulce temor me regala la noche, aquella dulce penuria

de los ojos de los caballos,

me retuerce y me invita a posarme en su lecho de muerte,

con el temblor de las piernas

y el pecho agitandose

entre piedras,

entre las migas de pan que regalé a las palomas,

en un inverno florido infernal y estúpido,

y las huellas digitales marcandome el cuerpo

a sollozos lentos, eternos y carnales,

y la muerte, la muerte, la muerte!

la muerte se pasea tocando a mi puerta

apurandome el paso que marca la razón

de no estar conciente cuándo muero por breves instantes...

1 comentario:

*·kiska·* dijo...

noooooooooooooooooo ke muerte me hablas xikilla si tas mas via ke nunk ya tu saes entera e via'! jejeje este invierno no fue tan frio, ambas lo sabemos, marcas kedan en el cuerpo, moradas, verdes, y a veces amarillas. Luego se van con el tiempo, y un eco resuena en cada recuerdo, en el que sonreimos o escupimos lagrimas... Pero al fin y al cabo sabes que marcan nuestro camino tb ... asi ke por que no reimos un rato? por que no alzamos los brazos y cantamos una cancion que no sea de pena, nos tomamos una wena xela helada y nos reimos de las putas experiencias que algunas veces contamos a carcajadas y con las manos en los ojos tratando de imitar cierta inocencia ante temas que no tienen ni un poco de decencia, pero ke importa xikilla! si la vida es mas que esto, esta vez cierra los ojos y vuela a donde quieras. No pienses en mas tonteras y animate... canta una cancion ...:)